Principales factores a tener en cuenta para la osteointegración de un implante dental

La implantología oral ha revolucionado la práctica clínica odontológica demostrando que la rehabilitación oral de los pacientes con pérdidas dentales unitarias, múltiples o totales con implantes dentales es un tratamiento predecible y con una elevada tasa de éxito. En este sentido, los resultados favorables a largo plazo de los tratamientos implantológicos orales está relacionado con el desarrollo del fenómeno de la osteointegración y de una buena reacción de los tejidos periimplantarios.

Son varios los factores clave necesarios para que se produzca la regeneración ósea y finalmente la osteointegración de un implante dental: células, coágulo y riego sanguíneo, así como estabilidad mecánica. Sin embargo, incluso cuando se cumplen estos principios, la cantidad total de hueso regenerado, su estabilidad a lo largo del tiempo y la incidencia de complicaciones pueden variar significativamente.

Sección histológica microscópica de hueso incrustado en la superficie de titanio de un implante dental (negro).

Aunque hoy en día la supervivencia de los implantes se considera altamente predecible, se realizan continuos esfuerzos para afinar el éxito a largo plazo de las rehabilitaciones con implantes y para reducir el riesgo de complicaciones durante la cicatrización.

Esto es importante en los casos en los que las rehabilitaciones con implantes requieren un cierto nivel de regeneración ósea, ya que la predictibilidad y la estabilidad del hueso regenerado pueden desempeñar un papel crucial en el éxito y la supervivencia de las rehabilitaciones con implantes:

  • El tipo de superficie/diseño del implante y los biomateriales empleados
  • Distintos factores relacionados con la cirugía (cicatrización sumergida frente a no sumergida)
  • Con la prótesis (características del pilar, cambio de plataforma, etc.) y con el paciente (salud sistémica, higiene oral, cumplimiento, etc.) pueden influir en los resultados esperados.

Biología de la regeneración ósea

Desde un punto de vista biológico, un conocimiento profundo de los pasos clave y de los acontecimientos moleculares que tienen lugar durante la regeneración ósea es de suma importancia para entender cómo los diferentes factores locales y sistémicos pueden influir en el proceso regenerativo.

Sobre la base de lo anterior, podríamos indicar que la cicatrización por intención primaria es un aspecto crucial para el éxito de los procedimientos regenerativos óseos. La experiencia y la habilidad manual del clínico, así como el cumplimiento por parte de los pacientes de las instrucciones pre y postoperatorias, son otros factores clave que pueden influir significativamente en la incidencia de complicaciones posquirúrgicas.

Cuando se analizan las pruebas clínicas, a menudo resulta difícil aislar el efecto de la superficie del implante sobre los resultados del implante y la estabilidad de la regeneración ósea periimplantaria, ya que los implantes no sólo difieren en la topografía de la superficie, sino también en el diseño del implante, la conexión protésica y el protocolo de carga.

En resumen, las propiedades relacionadas con la superficie del implante pueden tener un impacto significativo e influir directamente en la regeneración de los defectos óseos periimplantarios. Por lo tanto, es probable que el ajuste fino de las propiedades de la superficie del implante mejore aún más la regeneración ósea en el futuro y podría ser una opción especialmente valiosa a la hora de abordar escenarios clínicos difíciles.

El impacto de los factores protésicos

Carga de los implantes

Tradicionalmente, los implantes dentales se han cargado protésicamente tras una fase de cicatrización de 3 a 6 meses después de la fase I de la cirugía implantológica. Sin embargo, para acortar el tiempo de tratamiento y satisfacer las peticiones de los pacientes que no están dispuestos a esperar meses antes de la rehabilitación de zonas edéntulas (sobre todo en la zona estética), se ha introducido la carga protésica inmediata y precoz de los implantes.

En la actualidad, los distintos tiempos de carga de implantes se definen de la siguiente manera:

  • Carga inmediata: cuando se conecta una prótesis implantosoportada en el mismo día o siguiente a la colocación del implante.
  • Carga temprana: cuando una prótesis implantosoportada se conecta entre 1 semana y 2 meses después de la colocación del implante.
  • Carga convencional: cuando los implantes se dejan cicatrizar durante más de 2 meses tras su colocación, sin conectar una prótesis.

Aunque los protocolos de carga inmediata y temprana ofrecen la ventaja de una rehabilitación rápida, se recomiendan tener muy en cuenta la oclusión para minimizar las fuerzas no axiales sobre el implante. Además, una estabilidad primaria adecuada del implante (30-35 N/cm) es un requisito previo para la carga inmediata, que a veces puede ser difícil de alcanzar en el maxilar superior, donde el hueso tiende a ser más poroso y en pacientes con reabsorción ósea alveolar que requieren una regeneración ósea simultánea junto con la colocación del implante.

El impacto de los factores relacionados con el paciente

Los resultados del tratamiento pueden verse afectados por múltiples factores relacionados con el paciente: género, estado de salud general, estado periodontal, maxilar superior o inferior, así como la edad en el momento de la colocación del implante son factores de riesgo de pérdida del implante.

Por ello se recomienda para la prevención y el tratamiento de las enfermedades aplicar un protocolo de cuidados periimplantarios centrado en el paciente con los siguientes componentes:

  • Actualización de la historia médica, social y oral, evaluación de riesgos y comentarios del paciente.
  • Evaluación de la situación oral: la salud de los tejidos periimplantarios, los componentes protésicos y la habilidad del paciente para llevar a cabo la higiene oral.
  • Reforzar el control de los factores de riesgo (por ejemplo, tabaquismo, sequedad bucal, control glucémico).
  • Intervención profesional mediante un plan de salud bucodental individualizado, que incluya formación en higiene bucodental y profilaxis de la dentición/implantes.
  • Determinación de los intervalos de revisión en función de los factores de riesgo del paciente, del implante y de la restauración.

 


Enfermedades sistémicas

Además de las afecciones médicas subyacentes (por ejemplo, enfermedades cardiovasculares graves o cáncer) que pueden poner en riesgo a los pacientes durante la cirugía, independientemente de la naturaleza de la intervención, diferentes enfermedades que tienen un impacto directo/indirecto en la cicatrización ósea y de los tejidos blandos pueden afectar potencialmente a los resultados de las rehabilitaciones implantológicas.

Osteoporosis

Aunque sigue siendo controvertido si la osteoporosis tiene un efecto perjudicial sobre los huesos maxilares, esta se asocia con una menor calidad ósea y una mayor porosidad cortical en los maxilares. Por ello, se sugiere que el hueso osteoporótico deba considerarse equivalente al tipo IV y que los clínicos pueden considerar un periodo de cicatrización más largo para la osteointegración del implante antes de la inserción de la prótesis en pacientes con osteoporosis.

Tabaco

Está bien establecido que fumar tiene un efecto perjudicial sobre la cicatrización de heridas y huesos debido a su acción local y sistémica. Además de la lesión térmica, muchos irritantes, toxinas y carcinógenos presentes en el humo del cigarrillo también pueden causar cambios en el pH intraoral.

Notablemente, el tabaquismo también tiene un efecto nocivo sobre la vascularización ya que la nicotina aumenta la adhesividad plaquetaria, lo que puede conducir a la formación de micro coágulos, y finalmente, a la isquemia.

Diabetes mellitus

La diabetes mellitus se ha asociado a la aparición de una serie de complicaciones en el sistema óseo denominadas colectivamente "enfermedad ósea diabética" u "osteopatía diabética".

En resumen, aunque los factores relacionados con el paciente descritos anteriormente no se consideran una contraindicación absoluta para los procedimientos de regeneración ósea asociada a implantes, está claro que pueden influir en el éxito global del tratamiento y en el riesgo de complicaciones. De ahí que se recomiende la selección del paciente, el control de las afecciones médicas subyacentes y los factores de riesgo concomitantes y, siempre que sea necesario, la consulta con el médico del paciente.